El modelo de publicidad dentro de las redes sociales no es un modelo tan nuevo como muchos pueden creer. Se trata, si lo analizamos, del mismo modelo que durante décadas se ha estado utilizando en la televisión. Un modelo cuyo planteamiento es muy fácil y tiene todo el sentido, solo que adaptado a las nuevas tecnologías y con matices diferenciales importantes.
Decimos que se trata del mismo modelo publicitario de la televisión, porque todavía hay personas que creen que las redes sociales son gratis. Antes de la aparición de los canales de pago, se pensaba que la oferta televisiva era gratuita. Y que, por nuestra cara bonita nos ofrecen tecnología punta, posibilidades de conexión infinita, mensajería y comunicación sin costes etc. ¡Todo sin pagar un euro! Pero, al igual que con la televisión, lo pagamos en minutos de atención y estando expuestos a empresas que quieren convencernos de que necesitamos algo.
Pagamos dando información sobre lo que nos gusta y lo que no, sobre cómo utilizamos internet, sobre si hemos realizado compras recientemente o qué hábitos tenemos. Esta es la moneda de cambio del mercado publicitario digital que se da en las redes sociales; y es importante que lo entendamos bien para comprender el gran cambio que hemos vivido a la hora de hacer publicidad. Las capacidades publicitarias de las plataformas, el coste y el acceso al juego publicitario de los nuevos agentes y empresas, han creado un nuevo escenario cuyo estudio es fundamental para poder aprovecharlo.
Publicidad en plataformas digitales
La publicidad en redes sociales, no es otra cosa que publicidad digital, en formato de anuncios, servida desde plataformas sociales. Una característica diferencial de los anuncios de las redes sociales, es que no solo se basan en la información recogida a través de cookies, sino que además disponen de un gran volumen de datos sobre intereses, gustos y comportamientos ¡que obtienen del mismo usuario de la red social! ¡Gratis!
Todos nosotros, a la hora de abrirnos un perfil, ya damos algunos datos personales (edad, sexo, lugar de procedencia…) Además, con la interacción diaria que realizamos en ellas, también contamos muchas cosas sobre nuestra personalidad. Sin darnos siquiera cuenta, alimentamos la bolsa de información de las plataformas sociales. Y la información, es poder.
Ventajas de trabajar en publicidad digital
- Amplio espectro: todo el mundo tiene un perfil en alguna red social.
Hoy en día, muchos de nosotros puede que no leamos el periódico todos los días, ni leamos ciertas revistas o escuchemos la radio a diario. Es más, con servicios como Netflix, HBO o Amazon, es posible que ni siquiera hagamos uso de la televisión. Como contrapartida, usamos Facebook, Instagram, Tik Tok, Twitter o Whatsapp todos los días y durante varias horas, e incluso, hay días en los que usaremos todas estas plataformas a la vez y más de una vez. Por lo tanto, si hay usuarios a los que mostrarles un anuncio, seguro que los encontraremos en las redes sociales.
- Segmentación de fantasía: lo saben todo sobre tí.
Mientras que algunas empresas, grandes o pequeñas, invierten cantidades demenciales para conocer su tipología de cliente, o qué les motiva a comprar una marca u otra. Facebook ha conseguido una cantidad de información radicalmente mayor y más exacta; además, no paga por ella, porque es el mismo usuario el que se la facilita de manera totalmente voluntaria.
Tras este aprendizaje, un anuncio en redes sociales puede ser lanzado, por ejemplo, a los amantes de los gatos, a quienes prefieren ahorrar para salir de viaje al menos dos veces al año o a los que han hecho compras durante la última semana. Esto es, a la par que intimidatorio, una puerta abierta hacia la especialización de la oferta publicitaria, hacia la práctica ideal de solo mostrar lo que realmente puede interesarte sin agobiarte con anuncios del tipo “volvemos en 6 minutos”. ¿Quién tiene 6 minutos hoy en día para invertirlos en ver una retahíla de productos que ni siquiera interesan lo más mínimo?
- Un catálogo de formatos infinitos y muy naturales.
Esto también convierte a las plataformas publicitarias digitales en las mejores y más maravillosas porque tienes infinidad de formatos en los que poder lanzar tus anuncios, ya sean en vídeo, imagen fija, a modo de noticia en formato texto etc. Esta gran variedad y su naturalidad dentro de las plataformas hacen que el usuario final se sienta cómodo con los anuncios, ya que no les resultan invasivos, ni terriblemente molestos.
- Los anuncios publicitarios son baratos y eficaces.
Como hay mucha información de muchos usuarios, y dado que se dispone de optimización de anuncios para diferentes objetivos y un sinfín de formatos unidos a la capacidad de segmentación, este tipo de anuncios bien configurados, tienen un potencial de resultados muy elevado. Además, comparados con otras plataformas publicitarias, los anuncios en Facebook, Instagram o incluso Twitter son bastante baratos.
- Valen para cualquier etapa de decisión del consumidor.
Tanto para acciones Top of the Funnel como para middle o bottom, la combinación de cualquier posibilidad de optimización para objetivo, formato y segmentación permite crear campañas de branding, de decisión, de venta, remarketing, descarga de aplicaciones y un largo etc. De este modo se cubre todo el espectro del embudo de compra de un usuario.
Hasta aquí nuestro artículo introductorio sobre las plataformas publicitarias en redes sociales. En el siguiente post nos centraremos sobre el líder: Facebook Ads, que ahora está tan de moda, y con razón.